viernes, 5 de octubre de 2012

Sabes lo que es Bioética?




   Bioética. Sus Origenes.


       Sus antecedentes más remotos pueden encontrarse en los crímenes de guerra cometidos por los nazis, durante la II Guerra Mundial, cuando realizaron experimentos directamente en humanos, con los prisioneros de guerra, cuyo descubrimiento posterior dio origen al Código de Nuremberg; el surgimiento de esta nueva disciplina ocurre en la segunda mitad de este siglo. A fines de la década de los 60 y principios de los años 70, un médico oncólogo norteamericano, el Doctor Van Rensselaer Potter, obligado a enfrentar la creciente deshumanización en el trato con pacientes en estadio terminal de cáncer, atendidos en Unidades de Cuidados Especiales o Intensivos, rodeados de equipos que todo lo miden, menos los sentimientos, comienza a reflexionar sobre el efecto del impulso extraordinario del desarrollo científico-técnico, que había invadido el campo de las ciencias médicas, en el paciente, quien había sido visto hasta ese momento como alguien pasivo en el proceso salud-enfermedad, delegando o, más bien, obligado a delegar su derecho de libertad de elegir lo mejor para él, en el personal de salud (Lic. Amaro Maria del C: Principios básicos de la bioética, Rev. Cubana. enferm.1996)

     Así, Potter, elabora su teoría acerca de una nueva disciplina, la Bioética, para estudiar justamente los problemas morales surgidos al calor del desarrollo científico y que abarca, no sólo al hombre sano o enfermo, sino a todos los seres vivos que tienen relación con la mejor calidad de vida del hombre (Lic. Amaro Maria del C: Principios básicos de la bioética, Rev. Cubana. enferm.1996).

El término “bioética” fue utilizado por primera vez por V. R. Potter hace poco menos de cuarenta años (Potter V.R. Bioethics: the science of survival, "Perspectives in Biology and Medicine" New York, 1970). Con este término aludía Potter a los problemas que el inaudito desarrollo de la tecnología plantea a un mundo en plena crisis de valores. Urgía así a superar la actual ruptura entre la Ciencia y la Tecnología de una parte y las Humanidades de otra. Ésta fisura hunde sus raíces en la asimetría existente entre el enorme desarrollo tecnológico actual que otorga al hombre el poder de manipular la intimidad del ser humano y alterar el medio, y la ausencia de un aumento correlativo en su sentido de responsabilidad por el que habría de obligarse a sí mismo a orientar este nuevo poder en beneficio del propio hombre y de su entorno natural. 

Potter, definió la bioética como “wisdom of science”, expresión muy acertada, pues en cierto sentido, la bioética supone un retorno a la antigua sabiduría prudencial propia del individuo humano. Retorno a la sabiduría práctica (phronesis) o prudentia. La bioética no es una disciplina que pone límites, sino que es la prudencia aplicada a las acciones del hombre en la era tecnológica.

Algún autor ha señalado el método de la bioética como un método triangular en el que habría tres momentos: el primero, el momento del análisis científico que nos proporciona los datos objetivos sobre el problema que hemos de analizar; en segundo lugar, el momento en el que se analizarían las implicaciones antropológicas y éticas de la acción propuesta; y un tercer momento, práctico, en que se aplicarían las reflexiones realizadas al problema concreto y se tentaría también una respuesta jurídica (E. Sgreccia en Manuale di Bioética, Milano 1999).
 
La ética médica permanece como matriz rectora y a la vez parte principal de la bioética. Así se deduce de la definición de bioética de la “Encyclopaedia of Bioethics”: estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, analizada a la luz de los valores y principios morales" (Reich, 1978). 

La ética médica no es sólo una parte de la bioética, sino que goza además de especial relevancia en el conjunto de la nueva disciplina. Por la riqueza de su tradición científica y humana - ausente en el resto de la bioética- posee un especial valor que no puede ser ignorado. La pretensión ilusoria de construir una “ética nueva” que habría de romper con la ética tradicional no sólo carece de fundamento sino que deja traslucir una notable ignorancia. Ciertamente la bioética – y con ella la ética médica- afronta hoy problemas nuevos, pero cuenta con los mismos medios de siempre para resolverlos: el uso juicioso de la razón y la luz de los valores y principios coherentes con la específica forma de ser del hombre.

Por el contrario, sí resulta nueva la condición dialogante, tolerante y respetuosa que preside el ejercicio bioético. Así lo exige la diversidad cultural e ideológica del mundo actual. Sin embargo, ser tolerante no significa rebajar las exigencias de la realidad, ni el reconocimiento de sus auténticas implicaciones éticas. Traduce en cambio la conciencia de que sólo una actitud de diálogo abierto y honesto, respetuoso con la legítima libertad de las conciencias, puede permitirnos avanzar juntos hacia el reconocimiento de los valores y principios auténticos.

La bioética surge por tanto como un intento de establecer un puente entre ciencia experimental y humanidades (Potter V.R. Bridge to the Future, 1971). De ella se espera una formulación de principios que permita afrontar con responsabilidad –también a nivel global- las posibilidades enormes, impensables hace solo unos años, que hoy nos ofrece la tecnología. 

 Los investigadores de la Universidad de Georgetown definen Bioética como el estudio sistemático de la conducta humana  en el área de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, a la luz de los valores morales y principios éticos, combinando el conocimiento biológico (Bio) con el conocimiento de los sistemas de valores humanos (ética), con la finalidad de globalizar los juicios sobre las situaciones y casos para mejorar la toma de decisiones, incrementando su corrección y su calidad (Pbro. Rodríguez, William. Apuntes Bioéticos desde el campo de la Salud, 2004.

                Ante el avance que la ciencia le ha dado al hombre sobre sí mismo, la bioética como disciplina procura preservar la vida y la dignidad del ser humano, e intenta ser un puente entre el desarrollo de la investigación científica tecnológica y la conducta de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de adoptar decisiones en el campo de la salud (Pbro. Rodríguez, William. Apuntes Bioéticos desde el campo de la Salud, 2004). 

                La bioética es  una disciplina que tiene por objeto material los actos humanos que suponen una intervención sobre la vida (no sólo humana sino también animal y vegetal) para considerarlos bajo el punto de vista formal de la ética, a saber, conocer si son buenos o malos para guiar su obrar (Dra. Elena Postigo, bioeticaweb.com. Consultado el 14 de marzo de 2009)

     “Ha quedado patente que nuestra tecnología
         ha superado nuestra humanidad.”
          A .Einstein, Mis ideas y opiniones

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