Biocompatibilidad de los materiales dentales
Se define como
la capacidad de un material de provocar una respuesta biológica adecuada en una
aplicación determinada en el cuerpo y Se considera un requisito indispensable
para cualquier material de restauración dental. En la definición de
biocompatibilidad se encuentra implícita una interacción entre el cuerpo y el
material. La dinámica de estas interacciones, determinara la respuesta biológica al material (su
biocompatibilidad) y la capacidad del material para sobrevivir o resistir la
corrosión o degradación en el cuerpo. La biocompatibilidad depende del estado del paciente, de las propiedades
del material y del contexto en el que se utiliza.
El estudio de las propiedades
biológicas (biocompatibilidad) representa el conocimiento necesario para
encontrar materiales que provoquen una reacción que permita que el organismo
los integre, tal como el caso de los implantes) o la búsqueda de alguna
reacción que estimule los procesos de reparación. A su vez, este tipo de análisis pretende evitar reacciones desfavorables ante
la presencia de aquellos materiales que deben ubicarse de manera temporal o
permanente en contacto con los tejidos del paciente. Aún en los casos de los materiales que no entran en
contacto directo con el paciente, es importante conocer su posible acción
tóxica para el odontólogo o técnico. (Macchi
2007).
Existen dos
tipos de reacciones biológicas que deben evitarse cuando se usa un material:
las reacciones inmunológicas y las toxicológicas y mutagénicas.
Las primeras se refieren a las que se producen en el organismo por la simple
presencia del elemento desencadenante. Estas pueden abarcar desde
manifestaciones en el tejido epitelial (piel y mucosas) hasta otras más graves
en el resto del organismo. Por ello es importante conocer a través de la
historia clínica, los antecedentes de cada paciente. Las reacciones tóxicas se
producen cuando el elemento es vehiculizado e incorporado al medio interno, por
ello un material que contiene componentes tóxicos no necesariamente produce una
reacción tóxica si no son liberados por el material e incorporados en el
organismo. (Ejemplo: berilio, níquel, mercurio). (Macchi
2007).
Los efectos adversos que pueden generar los
materiales dentales son: toxicidad (por liberación de sustancias toxicas),
inflamación (respuesta inflamatoria por activación del sistema inmune y también
como consecuencia de la toxicidad o de la alergia), alergia (reconocimiento
especifico de un material como cuerpo extraño, con reacción desproporcionada,
donde intervienen todos los componentes del sistema inmune, y donde no todos
los individuos responden a dicha sustancia) y mutagenicidad (los componentes de
un material alteran las secuencias del ADN celular). (Phillips 2004).
Factores a considerar para medir la respuesta
biológica (Phillips 2004)
1)
Ubicación
del material: tipo de tejido involucrado (blando o mineralizado, expuesto a
fluido tisular, sangre, saliva, entre otros).
2)
Duración
del material en el cuerpo: es distinto si se trata de un material de impresión,
donde su corto contacto con la cavidad bucal puede causar alergia en alguien
alérgico, pero no podría producir un efecto toxico o mutagénico (4 a 6 min) que
un material restaurador (10 anos de promedio).
3)
Las
fuerzas aplicadas sobre el material para la respuesta biológica: comportamiento
del material ante fuerzas o tensiones físicas, químicas o térmicas. Estos
podrían deformarse, desgastarse, degradarse, hacerse demasiado flexible a
temperatura oral y aumentar las posibilidades de ruptura.
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ResponderEliminar¡Gracias, me sirvió mucho!
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